Como niños malcriados

Si hay un tema del que todo el mundo está saturado desde hace meses, ése es el Estatut. Por ello, este blog ha intentado huir del tiovivo en el que ha degenerado este proceso y que se llevó por delante las ilusiones de los que confiaron en un nuevo gobierno después de 23 años de pujolismo.

El proceso del Estatut ha comportado desapego de la ciudadanía a la clase política catalana. Otro efecto ha sido el aumento de la desconfianza hacia Catalunya desde fuera del Principat y que se incremente el independentismo viendo como se ha recortado el texto salido del Parlament. Pero, sobre todo, se ha llevado por delante la esperanza de un (buen) gobierno de progreso.

El gobierno catalanista y de izquierdas (como gusta a sus promotores que se le llame: PSC, Ciutadans pel Canvi, Esquerra Republicana, Iniciativa Verds y Esquerra Unida i Alternativa) se ha dedicado desde el primer día a cabar su propia fosa. Ahora después de dos años y medio trabajando en ello, la fosa es tan grande que allí se podría enterrar a toda la clase política catalana. Y aprovechando que se acercan a menudo a recoger firmas contra el Estatut o a hacer conferencias, la fosa del descrédito también podría incluir a algunos líderes políticos españoles.

Los miembros del tripartito se han portado como niños malcriados, poniéndose la zancadilla y haciéndose los cuernos por detrás en las fotografías. Las rencillas, egos y celos han sido mayores que en el vestuario del Real Madrid.

Un somero e inexacto repaso a sus vicisitudes:

1. El tripartito nace con el Pacte del Tinell, una cotilla que ha inmovilizado su acción, poco democráctico (en él se prohíbe cualquier clase de pacto con una fuerza, guste o no su acción, como el Partido Popular). El Tinell ha sido invocado a menudo como si fueran Los diez mandamientos cuando alguien ha querido actuar al margen de él. El Tinell fue además un pacto marcado por las circunstancias en las que un PSC necesitado de apoyos a toda costa dio el oro y el moro a Esquerra (entre ellos, la política comunicativa del gobierno, la consellería en cap, educación, bienestar social, gobernación o universidades, investigación y innovación).

2. Al poco de firmar el acuerdo, el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod-Rovira, aparece "chuleando" en la prensa con que él tiene la llave del gobierno. Igual que hemos abierto la puerta a las izquierdas, la podemos cerrar, viene a decir Carod.

3. Menos de un mes después de formarse el gobierno, el conseller en cap viaja a Perpiñá para reunirse con miembros de ETA. No avisa a Maragall ni a nadie del Govern. Es decir, se puentea toda la jerarquía gubernamental. Para más inri, Carod actúa como presidente en funciones. El diario ABC destapa la reunión. Consecuencias: 1- el gobierno del PP y toda su poderosa caverna mediática (El Mundo, Cadena COPE, Onda Cero, Antena 3, La Razón, ABC, etc.) aumentan la tensión contra el tripartito recién formado para perjudicar a Zapatero. Dicen: si ERC pacta con ETA, el PSC pacta con ERC, y el PSC forma parte del PSOE, significa que el PSOE pacta con ETA. 2-Maragall da su primer gran ejemplo de falta de autoridad al no decidir si echa o mantiene a Carod en el gobierno hasta que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, decide lo que hay que hacer. 3- Carod ya se puede presentar como víctima. Aumenta su prestigio de cara a las elecciones estatales. 4- Un mes después de formarse un gobierno deseado por muchos, éste empieza a tambalearse.

4. Empieza el proceso del Estatut. Largo, duro y difícil. ERC pacta un día con quien comparte gobierno y al siguiente con el principal partido de la oposición, Convergència i Unió. En esta fase, CiU actúa de forma descaradamente partidista. Piden un Estatuto de máximos que nunca reivindicarían desde el gobierno. ¿Qué buscan? Que el PSC diga que no, y así presentar a los socialistas como un partido contrario al catalanismo, subordinado a lo que digan en Madrid, etc. (es decir, la retórica nacionalista tradicional).

5. Meses después de su formación, el tripartito da pocas muestras de gobierno y muchas de inacción. Algunos empiezan a criticar la falta de políticas sociales (¡para eso los hemos puesto!, pensaban). Entre ellos, por ejemplo, el alcalde de Terrassa (PSC), Pere Navarro, exige en El Periódico más políticas sociales y menos políticas identitarias.

6. El presidente Maragall y el líder del grupo parlamentario republicano, Carod Rovira de nuevo, viajan en visita oficial a Israel y Palestina. Se dedican a hacerse fotos con dos coronas de espinas en la cabeza de forma jocosa. La imagen cuesta críticas de sectores cristianos y también de aquellos que creían que la política era algo más serio, como por ejemplo, solucionar los problemas de vivienda o la precariedad laboral.

7. El PSC cede finalmente hasta límites insospechados ateniendo a su historia y aprueba un Estatuto de largo recorrido, más propio del nacionalismo que de la izquierda. CiU no ha conseguido presentar al PSC como anticatalán pero ha llevado el texto a su terreno (nación catalana, derechos históricos, recaudación de todos los impuestos, relación de igual a igual con el gobierno español, etc.). Pero el texto también tiene algunos puntos progesistas (como la carta de derechos y deberes, la laicidad en la educación, etc.), hijos en gran parte de los partidos de la izquierda.

8. Maragall quiere cambiar algunos miembros de su gobierno sin consultar a los tres partidos que lo forman. Hasta el propio partido de Maragall se muestra contrario a los cambios y bloquean su decisión. Segunda gran muestra de la poca capacidad de maniobra del president, que toma nota.

9. CiU pacta con el presidente español el Estatuto definitivo en cuanto a la definición de Catalunya y la financiación. El PSC e ICV-EUiA apoyan el pacto, mientras que ERC se muestra dolida por el trato que Zapatero dispensa a CiU y por las rebajas del texto. Los republicanos amenazan con no apoyar el texto.

10. El Estatut va pasando fases a raíz del pacto Zapatero-Mas. El conseller de Governació de la Generalitat, Joan Carretero (ERC) insulta en una entrevista en La Vanguardia a Zapatero y se muestra a favor de un 'no' al Estatuto. Carretero no destaca por sus buenas relaciones con Maragall y es un ejemplo del 'ala dura' de Esquerra (el PP diría que es un nacionalista radical enemigo de España)

11. Aparece un presunto caso de financiación ilegal en ERC. El partido republicano cobra a sus cargos de confianza una parte del sueldo para sufragar los gastos del partido. Todo limpio hasta ahí. Pero algunos funcionarios reciben cartas remitiéndoles a pagar la cuota. El principal implicado en el caso es Xavier Vendrell. El tema pasa a la justicia (y de momento, ahí está).

11. Maragall retoma su idea de cambiar el gobierno. Ahora sí pacta con el PSC cuatro cambios, que se filtran por la noche. En cambio, las sustituciones en los otros dos partidos cuestan más. Ni ERC ni Iniciativa ven el porqué de los cambios y los retrasan unas horas. Finalmente, Esquerra cede, pero en parte. Maragall quiere quitar a Carretero, y Esquerra sólo lo acepta a condición de que sea Vendrell el nuevo conseller de Governació. Sí, el mismo de las cartas a los funcionarios. ICV también cambia a su conseller de Medi Ambient, pero con un enfado importante. Arrecian las críticas a Maragall. El president se sale con la suya pero se cambia una piedra en el zapato por otra más gorda, y además ha tenido que echar un pulso a sus socios de gobierno, acentuando más la división.

12. La salida de Carretero le coloca como un poder fáctico en su partido. Apuesta por el 'no' en el referéndum del Estatut. En cambio la dirección del partido apuesta con escribir un garabato en la papeleta (muy serio en un partido de gobierno con 75 años de historia). La dirección republicana somete a consulta su decisión respecto al referéndum y finalmente, el pasado sábado, deciden votar en contra del texto.

Es decir, medio gobierno está a favor del nuevo Estatuto y medio gobierno está en contra. Muestran división en el proyecto más importante de la legislatura y de los últimos 27 años de política en Catalunya. No conozco ni he leído ni oído ningún caso similar en toda Europa. En lugar de canalizar una política progresista (y, si quieren también nacionalista, pero primero progresista) en Catalunya, se han estado dos años y medio a la greña. La desconfianza entre compañeros de cama ha funcionado más que cualquier otra cosa. Y ahora ya no se soportan ni dándose la espalda a la hora de dormir. Deberán dormir en camas separadas una temporada, reflexionar y después de consultar a los ciudadanos, volver a cohabitar juntos o cambiar de pareja. Les pasó como a los que después de muchos años de ilusión y noviazgo, una vez casados todo va mal desde el viaje de novios. ¿Quién lo estropeó? Entre todos lo mataron y él sólo se murió. Interpretaciones varias.

Pero mientras tanto los problemas de Catalunya siguen siendo los mismos que en el 2003, con un cambio: se han agravado más tras dos años y medio de inacción. Además han aparecido otros problemas: Catalunya está mal vista en el resto de España, España está más mal vista en parte de Catalunya, los ciudadanos pasan de la política todavía más si cabe y se han merecido un suspenso a toda la clase política del país a la vez.

Pero, y es lo más grave, si el próximo 18 de junio, el Estatut no sale o sale mal, Catalunya quedará sumida entre la espada y la pared, como lo está Francia desde el 'no' a la Constitución Europea, como lo está Italia, fraccionada y estancada, o como lo estaba Alemania hasta que una señora sin carisma de apellido Merkel ha venido a rescatarla. Europa está muriéndose de tanto mirarse el ombligo mientras que China e India vuelan y las potencias tradicionales (USA y Japón) van a ritmo de crucero. Europa puede pasar de ser el primer continente a principios de siglo XX a ser el tercero durante el siglo XXI. Pero nadie se dará cuenta porque seguiremos con las mismas preguntas de siempre: ¿Qué es Catalunya? ¿Qué es Espanya? ¿Pueden coexistir? ¿Is Catalonia Spain, or not?¿España se rompe?¿Antes roja que rota?, etc.

PD: intentaré no hablar mucho más del coñazo estatutario. Dicen que el silencio también es una opinión, como la abstención, el voto blanco o el nulo. La no decisión también es una decisión. Y el silencio indica cansancio.