No es sólo que no había rey

La II República no fue sólo un período sin monarquía. Significó algo más, y ese valor añadido es lo que muchas personas desconocen y por ello no valoran el significado de esos ocho años (en realidad, la República duró cinco años hasta el inicio de la Guerra, y apurando duró tres, desde 1931 a 1933 y de febrero de 1936 hasta el inicio de la contienda).
La II República fue un intento de modernizar España desde la democracia y ponerla a la altura europea. Un intento de reducir o suprimir los privilegios de la Iglesia, de modernizar el ejército y su golpismo/intervencionismo intrínseco, de dar mayor importancia a la educación, al papel del profesor, de reducir el nivel de analfabetismo. Una intentona de encajar mejor las diferentes sensibilidades en el Estado, de reformar la estructura del campo español y un largo etcétera. Supuso mejoras para las mujeres (derecho a voto, matrimonio civil, derecho al divorcio). La República quiso remover tanto las estructuras de poder que al final sucumbió ante la férrea oposición del conservadurismo, la iglesia, y el fascismo.
Además el contexto internacional era altamente desfavorable para el asentamiento del sistema democrático-republicano. En la Europa del 1936, cuando dio inicio la Guerra Civil, existían las siguientes dictaduras o estados totalitarios, como llama Manuel Fraga por ejemplo a la dictadura franquista:
· Portugal, Italia, Alemania, Austria, Hungría, Yugoslavia, Grecia, Bulgaria, Turquía, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y la Unión Soviética. En 1937, se suma Albania y un año después Rumanía. Las únicas democracias de Europa eran Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido, Irlanda, Noruega, Suecia y Finlandia.
Pese a su triste final, y a sus errores (Casas Viejas, división de la izquierda, 6 de octubre, etc), la República se ha labrado el reconocimiento de tanta gente y significó un número tan grande de avances en tan corto período de tiempo, que, hoy 75 años después de su instauración, hay que recordarla con cariño. Además, son los únicos cinco años de toda la historia española de democracia hasta después de la muerte de Franco.

LOCAL: ¡qué tristes políticos existen en España! No es bueno generalizar, pero si los jefes de partido son de una tristeza supina, como no serán los de abajo. O quizás en los partidos políticos funciona "el principio de Peter" según el cual todo el mundo asciende hasta llegar a su nivel de incompetencia.
La Escuela de Escritores busca la palabra más bella de la lengua española (www.escueladeescritores.com/modules.php?name=Actividades&file=tienes-la-palabra#enviar). En el concurso participan algunos políticos de renombre. Sus respuestas son de lo más creativas y originales. Pasen y vean:
· Ángel Acebes, secretario general del PP. Palabra escogida: libertad
· José Blanco, secretario organización del PSOE. Palabra escogida: verdad
· José Bono escoge Madre (aplicado, como no, a la patria Ejjjjpañola)
· Mariano Rajoy, presidente del PP, escoge como palabra más bella del español la palabra "palabra". Sí, para qué dar más vueltas. Aunque, claro, el hombre ya es así. Le preguntaron que diario leía con más atención en las pasadas elecciones. ¿Cuál dijo? El diario Marca.
Menos mal que algunos políticos son más creativos. Por ejemplo, Joan Puigcercós, secretario general de ERC, propone "barbilampiño", Josep Antoni Duran Lleida, de Ciu, propone "cristalino", o Josu Erkoreka, del PNV, "ornitorrinco".
El periodista Raúl del Pozo tampoco se lo piensa dos veces. ¿Palabra más bella? Coño. ¿Porqué? Porque de ahí sale todo.

LOCAL-GLOBAL: dice el periodista Lluís Foix (www.foixblog.blogspot.com) que cinco de los mayores siete grupos inmobiliarios son españoles, y entiendo que habla de la Unión Europea por el contexto del artículo. Es decir, de los 25 países que forman la UE y más de 400 millones de personas que la integran, cinco inmobiliarias españoles están entre las siete más fuertes. Sobran comentarios sobre el tipo de urbanismo que se está haciendo en el estado.