De bordillos y escalones

¡Menudo correctivo el que recibió ayer el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, y, por extensión, todo su equipo, en la inauguración de una plaza en Torre-romeu!

La Plaza de la Font de la Roca está situada en la entrada del barrio sabadellense, al inicio de la subida que une las dos partes del barrio en coche. Es un espacio que ha servido durante años como solar para aparcar camiones y coches, y donde han vivido algunas familias con caravanas. Ahí se construido un lugar para el encuentro de los vecinos. Se ha mantenido la fuente existente y creado una zona de juegos infantiles, unos bancos para la gente mayor y plantado árboles para dar sombra.

Pero, en pleno siglo XXI y en una plaza de nueva construcción, el espacio deja fuera a una parte de los vecinos. Ninguna de las dos entradas a la plaza está preparada para las persones con movilidad reducida. Por un lado, se accede a través de unas escaleras y por el otro, hay un bordillo de entre quince y veinte centímetros que impide el paso a personas en silla de ruedas.

María, una vecina de Torre-romeu en silla de ruedas, se puso en contacto con los técnicos municipales para protestar por una construcción que la excluye. La Asociación de Vecinos de Torre-romeu ha reivindicado la plaza durante años. Pero a tenor de lo visto emitió el pasado viernes un comunicado solicitando que se parara la inauguración hasta que se subsanara el error. El presidente de la asociación vecinal, Juan Miguel Mena, dijo: "Es un error que en pleno siglo XXI y en una plaza de nueva construcción no se puede permitir". Dice Mena que otros equipamientos públicos del barrio, como el centro cívico o la sede de la asociación, tampoco son accesibles para personas con sillas de ruedas.

El ayuntamiento reconoció el fallo pero más que retrasar el acto lo adelantó. Según fuentes del entorno del alcalde, la inauguración estaba prevista para hoy, día 2 de mayo, pero finalmente se avanzó un día. Informado de la problemática minutos antes de la inauguración, Bustos pidió disculpas por el error y se comprometió ante vecinos y la prensa (Més Sabadell, Diari de Sabadell, Canal Català Vallès) que en una semana se solventaría el problema.

A mitad de discurso, una mujer irrumpió para dar fe de la buena calidad del agua de la fuente, de donde ella ha bebido desde hace décadas, cosa que a los responsables municipales gustó en sobremanera. Siempre gustan los alagos.

Ya a punto de acabar su intervención, con la cámara de televisión todavía grabando y los periodistas apuntando, Bustos volvió a ser interrumpido por María y alguna vecina más por el asunto de los accesos a la plaza. En este caso, la interrupción cayó mal*. Como buen político que es, Bustos respondió educadamente y sin perder la compostura pero la tensión se podía cortar con un cuchillo.
-"Ya he pedido disculpas antes"; "Yo no la he interrumpido a usted"; "Le pido disculpas, si las acepta, perfecto, y si no, lo lamento".
-"Hoy es un día de alegría"-decía el alcalde-.
-"Será para tí"- respondía María- "me habéis hecho sentir como una inválida";"es intolerable en pleno siglo XXI", "deberíais estar así para saber lo que siento"-decía ella-.

Después de varios minutos, y de que la mayoría de los vecinos empezara a increpar a María y sus acompañantes, el acto se dio por finalizado. El alcalde se alejó unos metros para hablar por teléfono, la placa que se debía descubrir con el nombre de la plaza fue movida por un técnico de forma discreta, y un corrillo de vecinos acusaban a María de haber acudido a boicotear el acto. Minutos después, María explotaba a llorar. Nerviosa por haber sido increpada por sus vecinos, dolida por lo que considera una falta de sensibilidad del ayuntamiento hacia las personas como ella. Ningún asesor ni técnico ni regidor ni el propio alcalde se le acercaron después de los parlamentos. Su pecado fue haber interrumpido a un alcalde durante su discurso, protestar en público ante el máximo representante municipal por un error lamentable.

Como era de esperar, los titulares de la prensa local de hoy esconden las protestas y las quejas de los vecinos y de la propia María. Y tampoco hacen un gran despliegue para la verdadera noticia: en Sabadell se construyen plazas con barreras arquitectónicas. Lo esconden dentro de los textos, algo dicen pero intentando que sea poco visible. "Torre-romeu cuenta con una nueva plaza"; "Una nueva plaza dignifica la entrada a Torre-romeu" son los titulares. El incidente se silencia, especialmente en el Diari de Sabadell, donde casi se responsabiliza a María por las quejas. Algo similar se hará en la televisión. Pero salga o no en los medios, hay una masa de gente silenciada que cada día se ha decepcionado más con el estilo Bustos. Un alcalde que siempre ha presumido de ser cercano y popular debería mirar más los detalles para no convertir a su estilo en el principal problema de la ciudad.

*PD: un agente de la Policía Municipal me explicaba el pasado viernes lo poco que gusta al alcalde de Sabadell que se tuerza el protocolo. Decía que manda el protocolo que el alcalde sea el último en hablar durante los discursos, y que Bustos tuerce fácilmente el ceño si alguien queda por encima suyo después de hablar él. Dicho agente comentaba que ha recibido algún tiron de orejas a la hora de colocar las banderas en algún acto. Explicaba a modo de anécdota que una vez las colocó en orden de menor a mayor de izquierda a derecha (es decir, Sabadell, Catalunya, España y UE) en lugar del orden correcto, que es, según explica, Sabadell, España, Catalunya y UE. Comenta el agente que después de la reacción que tuvo Bustos, ya se sabe el orden de las banderas, como mínimo, hasta el día en que se jubile.